Thursday, June 24, 2004

The Mountain Goats / We shall all be healed.

Alguna vez alguien lo llamó indie rock, ya por la idea de lo independiente, ya por el momento y el contexto que entendían los críticos de Puncture, aquella revista encargada de etiquetar fantasmas como éste, con justa o desacertada razón. Compositor cuasi instántaneo de melodías que son más bien efímeras y al mismo tiempo llegan hasta el tuétano. The Mountain Goats y John Darnielle son uno mismo. Ocasionalmente sus amigos colaboran tomando los instrumentos para acompañar la pieza de guitarra standard y voz aunque no siempre sean los más calificados para tal efecto, eso se nota. Sí, es el folk natural con una voz nueva y seductora, más no emula la de Ryan Adams o al más canónico precursor. En su producto de más reciente factura (All we shall be healed) sobresalen la mayoría de los 13 temas, y se me hace difícil decidirme por las tres o cinco mejores, todas tienen buen peso. El viaje como principal aliciente para detallar contrastes de otra cultura o situaciones para ecualizar en la estética literaria previamente leída. Ciudades como Melbourne, Alabama, Bristol, Georgia o Chihuahua son la tela para inventar una canción. Siempre tuve la idea de que Darnielle era una suerte de maestro de literatura, y pensaba; pues sí que se nota el background a juzgar por esas cesudas alusiones al mundo grecoromano o prehispánico, luego me dijeron que no, que en realidad antes de ser cantautor era enfermero, me sorprendí aun más, pero no me lo creí del todo, estaba claro que entonces no circulaba tanta información. Ahora está la máquina para saberlo pero quizás ya no es tan pertinente. Escucho este disco y me recuerda cuando lo escuché por primera vez en un cassete grabado y del otro lado venían unos tales Gastr del sol. Como diría el briago de Robert Pollard: We are quite pleased with the same old song. Que vivan los cantautores enfermeros, ya que hoy es día del rescatista.